Me acabo de graduar de bachiller. El feliz acontecimiento (que para mi se quedó en lo de acontecimiento, por diversas circunstancias que no vienen al caso -aunque apunto que no por eso dejé de pasármelo bien...) tuvo lugar el pasado dia viernes 27. Fue una graduación convencional: discursos, palabras de ánimo para el futuro e invitaciones a luchar por un nuevo mundo; cartulina pertienente: un A3 con el nombre del graduando más las señas del centro y unas cuantas citas de autores bien conocidos; besos por aquí y por allí; alguna que otra actuación y poco más. Profesores, padres y alumnos con telas de más y telas de menos. Detalles con significado y meros formalismos. En resumen: hubo de todo, como en todas partes.
Pero me centraré en un aspecto que llamó mi atención: la indumentaria de los allí congregados. Sobre eso pronunciaría mi tío las siguientes palabras: "¡Qué impresión!, se nota que no tienen referente" Cuánta razón tiene. Allí había tanto gente vestida de punta en blanco, como chavales con chandal o incluso tías en sujetador y vaqueros. Es como si nos hubiésemos encontrado todos allí por casualidad.Quizás puedo decir esto porque por allá por donde yo nací, semejante situación es inconcebible: un acto académico es un acto académico y un supermercado, un supermercado; existe un estilo adecuado de vestir dependiendo del lugar y la circunstancia. El 'por sus obras los conocerán' allí se reformula de la siguiente manera: por sus ropas sabrán la impotancia que conceden al acontecimiento, o la concepción de sí mismo que tiene cada cual.
Por otra parte, lo de la vestimenta es una buena muestra del supuesto individualismo existente en la sociedad: cada quien se vistió como quiso, algunos conservando su estilo, otros cambiándolo y otros sin estilo ninguno. Todo muy plural. [¿Estaré siendo muy ilusa?]
Pero me centraré en un aspecto que llamó mi atención: la indumentaria de los allí congregados. Sobre eso pronunciaría mi tío las siguientes palabras: "¡Qué impresión!, se nota que no tienen referente" Cuánta razón tiene. Allí había tanto gente vestida de punta en blanco, como chavales con chandal o incluso tías en sujetador y vaqueros. Es como si nos hubiésemos encontrado todos allí por casualidad.Quizás puedo decir esto porque por allá por donde yo nací, semejante situación es inconcebible: un acto académico es un acto académico y un supermercado, un supermercado; existe un estilo adecuado de vestir dependiendo del lugar y la circunstancia. El 'por sus obras los conocerán' allí se reformula de la siguiente manera: por sus ropas sabrán la impotancia que conceden al acontecimiento, o la concepción de sí mismo que tiene cada cual.
Por otra parte, lo de la vestimenta es una buena muestra del supuesto individualismo existente en la sociedad: cada quien se vistió como quiso, algunos conservando su estilo, otros cambiándolo y otros sin estilo ninguno. Todo muy plural. [¿Estaré siendo muy ilusa?]
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