domingo, mayo 29, 2005

Graduación as the Oscars' night

Me acabo de graduar de bachiller. El feliz acontecimiento (que para mi se quedó en lo de acontecimiento, por diversas circunstancias que no vienen al caso -aunque apunto que no por eso dejé de pasármelo bien...) tuvo lugar el pasado dia viernes 27. Fue una graduación convencional: discursos, palabras de ánimo para el futuro e invitaciones a luchar por un nuevo mundo; cartulina pertienente: un A3 con el nombre del graduando más las señas del centro y unas cuantas citas de autores bien conocidos; besos por aquí y por allí; alguna que otra actuación y poco más. Profesores, padres y alumnos con telas de más y telas de menos. Detalles con significado y meros formalismos. En resumen: hubo de todo, como en todas partes.

Pero me centraré en un aspecto que llamó mi atención: la indumentaria de los allí congregados. Sobre eso pronunciaría mi tío las siguientes palabras: "¡Qué impresión!, se nota que no tienen referente" Cuánta razón tiene. Allí había tanto gente vestida de punta en blanco, como chavales con chandal o incluso tías en sujetador y vaqueros. Es como si nos hubiésemos encontrado todos allí por casualidad.Quizás puedo decir esto porque por allá por donde yo nací, semejante situación es inconcebible: un acto académico es un acto académico y un supermercado, un supermercado; existe un estilo adecuado de vestir dependiendo del lugar y la circunstancia. El 'por sus obras los conocerán' allí se reformula de la siguiente manera: por sus ropas sabrán la impotancia que conceden al acontecimiento, o la concepción de sí mismo que tiene cada cual.

Por otra parte, lo de la vestimenta es una buena muestra del supuesto individualismo existente en la sociedad: cada quien se vistió como quiso, algunos conservando su estilo, otros cambiándolo y otros sin estilo ninguno. Todo muy plural. [¿Estaré siendo muy ilusa?]

No hay comentarios: